BLANCO O NEGRO
Puedo destacar que de esos sentimientos puros y a pesar de haber sentido enojo, nació esto. No quiero olvidar cuando sentí miedo, no quiero olvidar las mariposas, sólo es mi vida creciendo.
Blanco - frenesí
“Quiero mucha intensidad.”
Nivel de fuerza con que se expresa una magnitud, lo intenso por lo tanto, suele hacer referencia a lo vehemente.
in - hacia dentro
tensus - extendido
dad - cualidad
El dulce aroma a vainilla de aquella vela evocaba el inicio —como tantos otros. En primavera, debajo de un árbol de jacaranda, nos conocimos: inocentes, nos ruborizábamos mientras mirábamos los ojos del otro. Mis cabellos, en ese tiempo, caían mucho; me di cuenta de que se convertían en plumas al tocar el suelo, todo eso mientras mi mente fabricaba pensamientos ideales.
El sentimiento de perfección comenzaba a llegar. Buscaba respuestas a mi alrededor, y encontraba afecto en formas únicas que aún no sabía reconocer. Más plumas nacieron, y comenzaron a crecer de forma desmesurada; crecían distraídas.
Y una tarde, sufrí el enamoramiento desenfrenado.
Un amor que sólo se sostenía por mis propias idealizaciones —ni siquiera por algo que pudiera tocar. Intentaba calmar los síntomas con prejuicios, pero cada vez que leía algo sobre él, me encontraba peor. Sólo se incrementaba la curiosidad de continuar.
Su bella disposición y mi viva entrega.
Observábamos por la ventana cómo la luz pintaba los árboles y los valles, hasta llegar a las mariposas donde habitaba la veneración. Su mirada era suave y brillante, ojos color ámbar.
Fue hace meses. Casi días.
Nos comunicábamos; me hablaba de él creyendo en un futuro seguro. Me protegía al cruzar las calles de aquella ciudad de cantera. Era su suceso secreto, y yo lo tenía como cómplice.
Las mañanas, llenas de neblina y nervios de punta, se disipaban cuando el brillo se asomaba con sus suaves palabras:
—Nos volveremos a ver.
Mis anhelos en el pecho se llenaban de regocijo.
Eso se sentía bien.
Me parecía la persona más maravillosa del mundo.
Tuvimos días con texturas de todo el frenesí.
Un destino que ambos guardamos con contrastes.
Las repentinas voces de intuición, y aquellas mariposas que dormían en el santuario esperando un poco de sol...
¿habrán sido un presagio que no quise ver?
CRÉDITOS
model: María Estebaranz
Hairstyle and Headpiece: Adrián Galvéz
Negro - ORGULLO
“De la idealización a realidad, háblame sobre lo que tengo que sentir. “
Elevar la realidad a una idea mejor o más bella de lo que es, compuesto con,
idea - forma o apariencia
al - como vemos en artificial
izar - hacer, convertir en
Las preguntas expresan un deseo, y “¿hacia dónde vamos?” fue un diálogo que no sucedió, ahogado por la timidez y el miedo. Sólo habló el silencio. A raíz de eso, un escrito ayudó: leí su carta, que sólo existió como réplica a la mía. De no haberla escrito yo primero, él sólo habría asumido.
Lo sabio no llega por edades. “Hay que enfocarnos en disfrutar cada día” fue lo más elaborado que pudo replicar, bajo su experticia en dirección. Yo, ingenuamente, creía que habría algo destacable por la forma en cómo me miraba, en cómo buscaba mi mano. Creí leer poesía en su fisonomía.
Pero la verdadera respuesta era la incertidumbre, reflejada en la distancia.
Y yo, como siempre, respondí con lo único que conozco: mi experiencia.
No sé si aún tiene la vela que le regalé, o si en algún momento decidió encenderla. Si realmente le interesó adornar su espacio con ella. Lo cierto es que el tratado de esa vela lo accionó conmigo, no con él.
Me preguntó si sólo podíamos continuar “actuando”, porque para él eso era todo: una pretensión sin llegar a ningún lugar.
Mi espíritu —ese que lo idealizaba— se calló por primera vez, y el enojo se pronunció:
< Soy blanco o negro. La puerta abierta o cerrada. Todo o nada. No soy escalas de grises ni matices de colores. Soy lo que soy, en absoluto. No. >
No fue tan tarde, pero fue abrupto.
Ahí se paró todo.
Sus acciones, que parecían demostrar profundidad, quedaron evidenciadas como un artificio para no estar solo.
¿Puedo ser gris?
Me tengo que levantar a cerrar la puerta aunque ya esté cobijada. No puedo dejarla medio abierta. No me gusta dormir con la puerta así.
Y así respondo la pregunta:
No puedo ser gris.
No puedo pretender ser una buena amiga mientras me tratas como a tu pareja ideal.
Eco de mis palabras: un enamoramiento de otoño, con árboles amarillos.
No hay bien sin mal. No hay dureza sin fragilidad. Sé lo que sé que es.
Eso era todo.
Había tenido una pasión fuerte, llena de ilusión, que finalizó en orgullo y enojo.
La no correspondencia puede convertirse en esto:
Motivos para el desdén.
Para el silencio que duele más que una negativa.
Para la ironía de no ser directo…
cuando eres un director.
CRÉDITOS
model: Sofía miñarro
HairStyle: Adrián Galvéz
Tus persecuciones son incertidumbres pendientes que no te dejarán descansar sobre lo que realmente quieres. Siempre será lo que esté en contra para ti.
No sé qué forma tiene tu semblante ahora. No sé cómo te sentiste cuando escribiste tu carta, ni a qué le temes. Pero intenté imaginar un poco de eso.
Mi inocencia me decía que harías lo que prometías, y que tu léxico sería extenso. Te excusaba incluso cuando no había razón para hacerlo.
Nunca lo sabré.
Lo que existió… sucedió distinto en cada uno.
Créditos
model: patricio
Epílogo
Quedaron sellados en el silencio sin volver a verse ni volver a saber uno del otro. Una permanencia que queda callada en el recuerdo de los dos, una aventura que connota perspectivas diferentes y palabras que no son iguales. Amores que no pueden ser, amores que no se pueden forzar, a pesar de haberse encontrado dos veces no tenían correspondencia funcional. A la distancia ella agradeció entender que después de eso hubo tregua en su vida.